Esta madrugada, más de 20 familias de los barrios Limay y Don Bosco III se asentaron en las tierras fiscales de la calle Gatica y Arroyo Durán de la ciudad de Neuquén. La decisión fue tomada tras agotar todos los recursos y las vías burocráticas que el gobierno ofrece. Las respuestas siempre fueron vanas promesas: el loteo social y el plan de viviendas nunca llegaron a la gente del barrio. Los vecinos saben que con el correr del tiempo las tierras fiscales se convertirán en grandes barrios privados o en complejos de viviendas con convenios a los que ellos nunca podrán acceder.
En el transcurso de la mañana se acercaron algunos patrulleros con el objetivo de saber los nombres de las personas que allí se encontraban. A media mañana, un par de funcionarios de segunda línea de la Secretaría de Tierras fiscales (a cargo de Di Camilo) se presentaron en la toma para persuadir a los vecinos de que se vayan. Los funcionarios les advirtieron a los vecinos que no se encapricharan con esas tierras y que si desalojaban, podría abrirse una mesa de diálogo. Los vecinos denuncian que los barrios y planes de viviendas para los sin techo son ubicados en la inhóspita meseta (donde el agua falta todos los veranos y las plagas de insectos acechan las casas) y que las zonas de rivera de ríos son manejadas por las inmobiliarias a altos precios (como el barrio Jardines del Rey) o vendidas para barrios cerrados (como el Rincón Club de Campo).
En horas de la tarde, el secretario Carlos Di Camillo se reunió con habitantes del barrio Jardines del Rey y Barrio Río Grande que ahora solicitan mediante un petitorio que se expulse a los vecinos del predio.La situación es muy tensa. En estos momentos, existe una fuerte presencia policial en la zona, hay tres patrulleros y dos camiones de la policía metropolitana. En el terreno continúan las veinte familias (hay más de 30 niños en el predio) y se están acercando diversos organismos de Derechos Humanos.
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