La unidad en la lucha de l@s trabajador@s nos permitió dar el primer paso, ante el fusilamiento público de un trabajador.
Después de catorce meses, el cabo Darío Poblete fue sentenciado a reclusión perpetua, luego de un largo proceso judicial que involucró a más de 100 testig@s, entre docentes, periodistas, policías y hasta al ex gobernador Jorge Sobisch. Más de 3000 personas nos concentramos frente a la ex Legislatura de Neuquén para acompañar la lectura de la sentencia en la última jornada del juicio.
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Esta causa tuvo muchas idas y vueltas, pero marcó hitos fundamentales para limitar la constante represión de la lucha social. Fue una de las pocas veces en las que en un proceso judicial iniciado a un policía por un asesinato en el marco de una represión, citaron a declarar a un ex gobernador, máximo responsable de la orden de represión. Así, queda sentado un precedente de que el pueblo en la calle exige justicia y no va a dejar pasar NUNCA MÁS estos hechos aberrantes.
Sin embargo, debe quedar en claro que esta sentencia no fue producto de una “justicia independiente”, sino de la movilización unificada del conjunto de l@s trabajador@s. No olvidemos que ésta es la misma “justicia” que sigue sin encontrar a los responsables de la desaparición de Sergio Ávalos, la misma que deja impune los cientos de casos de gatillo fácil de los barrios de la provincia, la misma que junto a la Policía ampara las redes de trata, la misma que deja pasar por el costado los casos de corrupción del@s “representantes” del pueblo neuquino, la misma que...
Este es sólo el primer paso, muchas cosas nos quedan pendientes. Seguiremos luchando por la condena a los autores intelectuales del fusilamiento público de Carlos: el ex gobernador Sobisch y todos sus cómplices Pascuarelli, Estévez, Salazar, Rinzafri, etc.
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