UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE: DEMOCRATIZACIÓN VS. NORMALIZACIÓN

Un poco de historia: 16 de mayo de 2006

Hace exactamente dos años, l@s estudiantes de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) impedían que una antidemocrática asamblea universitaria eligiera arbitrariamente un/a rector@ y, de esta manera, sobrepasara los intereses de la mayor parte de la comunidad universitaria. Las voces se alzaron, ell@s no escucharon; ell@s que habían defendido la implementación de la Ley de Educación Superior, intentando imponerla a espaldas de los estudiantes. Ell@s que por una supuesta “excelencia educativa” fomentaban un examen restricto a l@s ingresantes de Medicina, coartando a un gran sector de la comunidad la posibilidad de acceder a la educación superior. Ell@s que en el 2002 habían prometido una reforma estatutaria posterior a la elección de la rectora Ana Pechén (actual vicegobernadora de la Provincia de Neuquén por el MPN, partido al que también pertenece el asesino Jorge Sobisch), pero que rápidamente se olvidaron de sus promesas. Ell@s mism@s no escucharon.

¿Y qué hicieron? Siguieron intentando imponer sus decisiones y el 16 de mayo de 2006 se escaparon a Cipolletti para sesionar, le regalaron el título de rector a Daniel Boccanera, designaron un gabinete, comenzaron a publicar solicitadas firmadas en nombre de la Universidad y a utilizar el presupuesto de la UNCo a gusto y piacere. Sin embargo, no les duró mucho y en julio, la Cámara de Apelaciones de Roca anuló la elección de rector realizada en Cipolletti, que había dejado afuera a más del 30 por ciento de los asambleístas, y exigió convocar a tod@s los asambleístas para la concreción de una verdadera Asamblea Universitaria.

La conformación de los órganos de co-gobierno: 16 de mayo de 2008

Este año, la rectora interina Teresa Vega decidió, unilateralmente, que había que normalizar. Normalizar implica elegir consejeros directivos y consejeros superiores. Normalizar implica que los Consejos Directivos aprueben tooooooooodos las resoluciones ad referéndum de los decanos y de ella misma. Normalizar implica conformar la asamblea universitaria. Normalizar implica no debatir, porque “todos estamos de acuerdo con la reforma de los estatutos”. Normalizar implica no democratizar. No obstante, nuevamente, las voces se alzaron.

La discusión sobre la democratización prometida desde la pequeña minoría que controla la UNCo nunca se concretó. Pasaron dos años y Teresa Vega, en cuatro mesas de diálogo, redujo el debate a “su extremo amor por la Universidad del Comahue”. Como si los intereses que defiende el sector que ella representa, los interese por una Universidad elitista y arancelada, que se oriente a la legitimación del sistema dominante y a una concepción bancaria de la educación, fuesen sólo cuestiones pasionales y no políticas.

Es en este marco en el que ayer estaba prevista la realización de las asambleas de claustro, por medio de las cuales los electos consejeros directivos tenían que elegir a sus consejeros superiores. Todo ello, sin discutir ni debatir qué es lo que cada sector entiende por democratización, reforma de los estatutos y educación universitaria. Por eso, nuevamente, las voces se alzaron. Porque quienes no bajaron las banderas de la democratización y de la reforma del estatuto; quienes no dejaron que aquell@s mism@s que apoyaron el golpe institucional de Boccanera les endulzaran los oídos; quienes tienen la responsabilidad de leer actos y no discursos revocados; quienes entienden que los supuestos acuerdos existentes deben ser explícitos, conocidos y discutidos por tod@s; quienes no se conforman con una reforma cosmética que nos ofrecen; no estan dispuest@s a entregar la lucha por una Universidad pública, gratuita, inclusiva y orientada a la transformación social.

Luego de mucha discusión, l@s consejer@s estudiantiles independientes decidieron que no iban a permitir que en ese cerrado sector se discutiera una reforma de los estatutos que nos atañe a toda la comunidad del Comahue. “Como representantes de los estudiantes, necesitamos difundir información relacionada a este proceso, para que tod@s construyamos un proyecto democratizador consensuado y que garantice una reforma estatutaria real y acorde a los reclamos del movimiento estudiantil, como primer paso hacia el fin último, la DEMOCRATIZACIÓN”, nos dijo Alejandro, militante del FER.

La democracia es un proceso que se va construyendo colectivamente y que surge del disenso, de la pluralidad y de las luchas por la participación igualitaria en todos los espacios de decisión. Para poder garantizar esto, César Alfaro, consejero directivo estudiantil por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, en nombre de todo el sector independiente, solicitó un cuarto intermedio hasta el 06 de junio para impulsar en conjunto en cada Centro Regional, Facultad, Escuela Superior, Asentamiento la discusión en asambleas estudiantiles. En contraposición, la Franja Morada, la JUP, l@s kirchneristas y l@s “alumn@s autoconvocad@s”, vocer@s de la gestión de Vega, intentaron condicionar la próxima asamblea de claustro a la elección de consejeros superiores. Frente a este panorama, l@s consejeros de la CEPA se vieron forzados a optar por la posición de l@s independientes y ganó esa moción por 13 a 11.

Ahora l@s estudiantes tienen la responsabilidad ética y política de profundizar el debate sobre la democratización, sin reducirlo a una cuestión numérica de representación en los órganos de co-gobierno, si no que impulsando la discusión sobre la necesidad de una Universidad que ofrezca las condiciones disciplinarias y académicas (planes de estudio, programas de investigación y extensión) que garanticen respeto por l@s ciudadan@s con pensamiento propio, que respalden la formación ideológica, autónoma y la asunción de roles dinámicos y activos en la construcción del conocimiento. En este sentido, proyectar una Universidad que forme intelectuales que sean propulsores de cambio y no meros expertos.